Hoy el paisaje de nuestras ciudades ha incorporado un nuevo elemento, un elemento vivo, aislado y omnipresente: el individuo y su teléfono inteligente.

Sí, seguro que no podemos considerar este elemento como de interés artístico o cultural pero debemos reconocer que no sólo forma parte del paisaje sino también de una nueva cultura social que ha llegado para quedarse.

Un nuevo mundo donde el arte y la cultura también se encuentra en la pantalla de tu "smartphone".